
Rixi Moncada ha demostrado que el liderazgo auténtico nace en la humildad y se fortalece en la adversidad. Abogada de profesión, madre, esposa y mujer de pueblo, Moncada no ha olvidado sus raíces y con orgullo ha compartido en redes sociales momentos que para algunos resultan sencillos, pero que encierran una profunda dignidad: la vemos preparando chicharrones, removiéndolos apasionadamente con un palo de guayabo, en un entorno casero, hogareños y sencillo, en otro escenario la vemos realizando labores de costura, colocándole botones a un blazer al parecer de ella misma. Actos naturales para la mayoría de mujeres hondureñas, pero que han desatado críticas injustas por parte de sectores opositores que, en su arrogancia y clasismo, olvidan que esas labores honestas son el trabajo diario de nuestras mujeres y sostienen a miles de hogares en todo el país.
Los ataques no solo son hacia Rixi Moncada, sino hacia las madres, abuelas y mujeres trabajadoras de Honduras, reflejando una aporofobia vergonzosa y un desprecio a lo popular. Quienes desprecian a Moncada por cocinar o coser, insultan sin saberlo a sus propias familias.
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Pero Rixi Moncada es mucho más que estos actos sencillos que hoy se intentan usar en su contra. Es una mujer con una trayectoria impecable, con carácter, entereza y una capacidad probada en distintos espacios del quehacer público. Ha sido docente en aulas primarias, Jueza de Paz, Gerente de la ENEE, Ministra de Finanzas, Consejera del Consejo Nacional Electoral y Ministra de Defensa. Su vida profesional es un recorrido de servicio al país y un ejemplo de liderazgo íntegro también dentro del partido Libertad y Refundación en el cual milita desde las calles.

Sus detractores, muchos de ellos vinculados a oscuros intereses como las ilegales ZEDE y el poder oligárquico, intentan deslegitimarla porque saben que su voz tiene peso, coherencia y conocimiento profundo del contexto nacional e internacional. Cada intervención de Moncada se distingue por su análisis claro, su compromiso social y su visión de país.
Proveniente de raíces rurales, su conciencia social no es pose ni discurso vacío, sino experiencia de vida, cercanía, pueblo mismo. Entiende las necesidades del pueblo porque ha caminado junto a él. Por eso, es la candidata ideal para enfrentar los enormes desafíos de Honduras y liderar los cambios estructurales profundos que el país necesita. Rixi Moncada representa honestidad, capacidad y valentía; una mujer con temple, firme y con gallardía lista para gobernar y enfrentar a los pillos históricos.